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Tema 1- Introduccion a la Historia del Arte y Bibliografia

La arquitectura romana durante el imperio tardío siglo III -->


Que es el Arte
Es toda expresión plástica hecha por el hombre que exprese ideas y genere una sensación o sentimiento.

Que es una Obra de Arte
Es toda evidencia plástica, material, hecha por el hombre. Puede ser un dibujo, una pintura, una escultura, un collage, una instalación, una acción, un performance, happening, construcción o ambientación que se haga con una clara intención artística.

Que es la Historia del Arte
La Historia del Arte es la historia de la humanidad, pero, que a la vez nos relata los hechos históricos relevantes en el arte, los artistas, su vida y sus creaciones.  Desde sus diferentes enfoques la Historia del Arte nos define teorías o métodos para aproximarnos a la obra de arte, teniendo en cuenta la percepción, la representación, la semiología o la estética, entre otros. Que a través del tiempo nos han ido dando luces para la interpretación y apreciación del arte, para entender lo que cada artista desde su obra ha querido expresar y hoy en día conservamos como testimonio de la humanidad y su civilización, el ARTE.

Como se divide la historia del arte.
La Historia es la ciencia que estudia los hechos protagonizados por el hombre a partir de la invención de la escritura, hace unos 5000 años, hasta la actualidad. El principal instrumento es el estudio de los datos escritos. También se estudian los restos materiales y artísticos que nos han dejado las distintas culturas, como pueden ser las manifestaciones artísticas y los restos arqueológicos.

Llamamos prehistoria a la historia que se desarrolla antes de la aparición de la escritura. Dentro de la Historia se distinguen etapas más cortas llamadas Edades, estas son lapsos de tiempo en la historia de la humanidad, generalmente largos y divididos en periodos. Las edades de la historia son:

La Edad Antigua. Va desde la invención de la escritura, aproximadamente hacia el año 3000 a.C. hasta la caída del Imperio Romano de Occidente, a fines del siglo V d.C.

La Edad Media. Se desarrolla desde la caída del Imperio Romano de Occidente hasta el descubrimiento de América por Cristóbal Colón, a finales del siglo XV d.C.
La Edad Moderna. Desde el descubrimiento de América (fines del s. XV) hasta el inicio de la Revolución Francesa (a finales del siglo XVIII).

La Edad Contemporánea. Desde la Revolución Francesa (fines del s. XVIII) hasta la actualidad

La Historia del Tiempo Presente. Estudia el periodo que abarca desde la Segunda Guerra Mundial (en 1945) hasta la actualidad.



 
HISTORIA DEL ARTE I

Bibliografía

Este curso sigue como libro guía el texto de Arnold Hauser, se recomiendan otras lecturas que también pueden ser útiles:

Hauser, Arnold. Historia social de la literatura y del arte. 19 ed. Barcelona: Labor, 1985.

Adorno, W. Theodor. Teoría Estética Madrid: Taurus, 1980

Alonso Fernández, Luís. Museología: Introducción a la teoría y práctica del Museo. Madrid: Istmo, 1993 Fundamentos Maior.

Álvarez, Lluis X. Signos estéticos y teoría: critica de las ciencias del arte. Barcelona: Anthropos, 1986.

Barañano, Kosme M. de. Criterios Sobre la Historia del Arte, Bilbao: Sala Rekalde, 1993.

Bayer, Raymond. Historia de la estética. México: Fondo de Cultura Económica, 1986.

Gombrich, E. H. Historia del arte, versión española de Rafael Santos Torroella. Alianza Forma, Madrid: Alianza, 1984.


Weblografía

Se recomienda la consulta permanente de las siguientes páginas webs y recursos online:






31/7/13

Tema 2 - La Historia del Arte y sus metodos



Al hacer arte el hombre ha respondido, desde la Edad de Piedra hasta nuestros días, a ciertos intereses que se revelan constantes en el tesoro artístico que nos ha legado. Cuáles han podido ser esos intereses, cómo la obra de arte ha respondido a ellos y en qué medida nos permiten comprenderla, es el objetivo de la Historia del Arte.

Es obvio que el artista no ha tenido originalmente una noción lúcida acerca de qué es el arte y a veces ni siquiera de cuáles han sido esos intereses. Puede haber llevado a cabo su hazaña de manera totalmente inconsciente y de hecho ha sucedido así durante milenios. No ha podido ser impulsado por una explicación a priori, anterior a la experiencia de su arte, pues ha carecido milenariamente de esa facultad.

Para entender el arte podemos manejar unas claves que nos permiten comprender mejor cuales son los intereses de como un artista crea y realiza una obra de arte. De acuerdo con Pedro Mir[1], a través de la historia de la humanidad esos intereses pueden ser:

A.   El de reproducir la realidad circundante con el fin de someterla a los imperativos de la condición humana. El idolillo que ha sido creado por el hombre primitivo para favorecer los sembrados, propiciar la lluvia o facilitar el parto, podría servir de símbolo a esta teoría del arte. De acuerdo con ella, la obra de arte ha sido concebida como un instrumento directamente aplicable al contorno para imponerle una conducta humana o favorable a la condición humana. Envuelve, pues, una especie de glorificación o sobrestimación de las facultades creadoras que el hombre primitivo descubre en sus manos. Bajo su conjuro, el arte deviene instrumento y por esa razón, se denomina a esta corriente la teoría instrumental del arte.

B.   El de convertir la realidad circundante en objeto de contemplación voluptuosa, indiferente al papel que esta contemplación represente en relación con las necesidades prácticas del hombre. Una vasija ejecutada con tal primor que ha abandonado su misión de trasegar el agua o satisfacer la sed, para convertirse en un halago de la mirada, podría servir de símbolo a esta teoría del arte. La reproducción artística aspira a perpetuar este deleite sensual, acaso para liberar las tensiones (catarsis) producidas íntimamente por aquellos impulsos no aplicados a la transformación del mundo. Representa, pues, una glorificación de la naturaleza. La mano ha declinado su facultad de transformarla y se ha consagrado a transformar la materia artística que es sólo una parte de ella. El énfasis en la adoración de la naturaleza al margen del interés en transformarla, ha determinado que esta corriente se denomine teoría naturalista del arte.

C.   El de transformar la sociedad como vía mediata para la transformación del mundo circundante. Esta teoría adopta el arte como instrumento, igual que la teoría instrumental, pero, a diferencia de ella, no se orienta a la transformación de la realidad natural sino de la realidad social. El desarrollo histórico de la sociedad ha determinado que el idolillo que antes se dirigía a modificar directamente la naturaleza se dirija ahora a modificar la conciencia de los hombres, como condición de la modificación de la naturaleza. Al poner todo su énfasis en la realidad social, considerándola como la realidad suprema, esta teoría se ha hecho acreedora al nombre de teoría realista del arte.

D.   El de convertir las formas ''puras'' de la naturaleza en objeto de contemplación voluptuosa. Esta teoría asume una actitud contemplativa, igual que la teoría naturalista pero, a diferencia de ella, se aparta de la representación del objeto natural tal como éste puede ser identificado, limitándose a las formas abstractas, tal como ellas se dan independientemente del objeto que las sustenta. No interesa ya este objeto sino sus formas y por ello recibe el nombre de teoría formalista del arte.

Todas estas teorías se encuentran representadas en el conjunto del tesoro artístico de la humanidad, recogido por la Historia del Arte. En rigor, toda obra de arte de cualquier época y de cualquier región del mundo, queda comprendida en alguna de ellas.

Para entender el arte podemos manejar unos métodos que nos permiten comprender mejor como un artista crea y realiza una obra de arte y que intereses lo motivan.

1. Método Biográfico: El artista, el entorno y su tiempo
Artista: es quien realiza la obra de arte, su creador y realizador. Los artistas pueden ser emergentes, consolidados, consagrados y grandes maestros.

La Historia del Arte se inicia en el Renacimiento, es a partir de aquí que tenemos una clara diferenciación entre el artista y el artesano. En esta misma época aparece la obra de Giorgio Vasari (1511-1574) “Biografías de excelentes pintores, escultores y arquitectos” este artista florentino, nos deja en 1550, la primera aproximación al entendimiento y valoración del arte a través de un método que es la Biografía.

Vasari plantea que la obra deriva de una realidad personal del artista, y a través de ella se puede conocer el caracter de su creador, en concordancia con las circunstancias externas (que afectan la vida del artista) y la actividad creadora. Uniendo la vida del artista y las circunstancias de su tiempo, damos paso al primer método historiográfico y de aproximación a las obras de arte. 

En su obra la Filosofía del Arte, Hyppolyte Taine (1828-1895), plantea que: Una obra de arte no es un hecho aislado, primero pertenece al conjunto de obras de su autor, mantiene con las obras ejecutadas por la misma mano una relación que se puede denominar “estilo. A su vez el artista poseedor de su propio estilo no actúa de manera solitaria, sino que hace parte de escuelas o grupos de artistas de su tiempo y país.
Los grupos de artistas no trabajan desde presupuestos ajenos a su medio, y es en definitiva este medio que rodea a los grupos de artistas el fin o la causa del arte.  Para comprender una obra de arte, un artista, o un grupo de artistas, es preciso representarse, con la mayor exactitud posible, el estado de las costumbres y el estado del espíritu del país y del momento en el que el artista produce sus obras.

Según Arnold Hauser (1892 – 1978) las obras de arte tienen una perfecta relación con los procesos sociales y la ideología de las clases dominantes de determinados momentos, el arte es producto de las sociedades donde se desarrollan y no puede ser desligada de ella. La Historia social del arte estudia el medio o contexto social, político y económico donde se desarrolla una obra. Intenta explicar la obra de arte y la acción del artista en función del contexto y se interesará pues en contratos, mentalidades y condicionantes en la obra de arte. Hauser fue criticado porque buscaba explicaciones de tipo global, haciendo una sociología “vulgar”, con explicaciones generales. Se le acusó también de no preocuparse por la obra de arte en sí misma (formas, significados o calidad).

2. La técnica
Gotfried Semper (1803 – 1879) en su obra “El estilo en las artes técnicas y tectónicas”, plantea que los estilos en las artes están directamente relacionados con la triada compuesta por: el material elegido, la técnica utilizada y la finalidad practica deseada. A partir de aquí se determinarán elementos plásticos indispensables para el entendimiento de la obra de arte, pero lo más importante es que se determina que para una valoración de la obra de arte es necesaria una materialización de la idea artística, esta debe concretarse a través de la técnica en los materiales y por tanto, que la actividad artística consiste primordialmente en su práctica.

Las técnicas más comunes en el arte clásico son las técnicas bidimensionales o planas: como la pintura, el dibujo, el mosaico y la incrustación. Las técnicas tridimensionales o escultóricas y las técnicas de impresión y/o reproducción: como el grabado.

Las técnicas artísticas:

El dibujo: tiene como característica primordial el empleo del trazo o la línea. Frente a otras técnicas artísticas, destaca por la brevedad en su ejecución. Generalmente, es de dimensiones reducidas. El soporte habitual del dibujo es el papel. Para los apuntes y los dibujos de pluma y pincel, se prefiere el papel blanco, de granulado fino y superficie lisa. El papel de grano grueso, sea coloreado o no, es más adecuado para el dibujo a lápiz, el carboncillo o el pastel.



El dibujo también puede ser a tinta, llamado dibujo a pluma y emplea distintos tipos de tintas. La más frecuente es la tinta china, que se confecciona a base de negro de humo disuelto en aceite, de goma arábiga y aglutinantes. Una vez mezclada con agua produce tonos grises. La sepia es una tinta que se obtiene de la sustancia contenida en una glándula del cefalópodo del mismo nombre. Dicha sustancia se diluye en agua en distinto grado de concentración y se le añade goma arábiga. Además de constituir la materia prima del dibujo a pluma, la tinta es también la base de otras dos técnicas de dibujo: el pincel y la aguada. El pincel se usa con tintas puras o diluidas en agua. La aguada se obtiene a partir de tinta china o de tintas de colores, que se diluyen en agua y se aplican con pincel.
El dibujo a lápiz se define por el material empleado: lápiz negro, lápiz blanco de yeso y de color, a los que se suman las tizas coloreadas y el carboncillo, que son unos bastoncillos obtenidos de la combustión lenta de la madera, a los que se añaden resinas y alcohol para prolongar su duración. También existe la sanguina que es un lápiz rojo de arcilla ferruginosa.


La Pintura: las técnicas pictóricas se dividen de acuerdo a cómo se diluyen y fijan los pigmentos al soporte a pintar, y pueden ser de distintas naturalezas ya sean orgánicos y biodegradables, solubles en agua, de base aceitosa, etc. Las más comunes son:

La acuarela es una pintura que se aplica tradicionalmente sobre papel o cartulina con colores diluidos en agua. Los colores utilizados son transparentes y a veces dejan ver el fondo del papel (blanco), que actúa como otro verdadero tono. Se compone de pigmentos aglutinados con goma arábiga o miel.

La témpera o gouache es un medio similar a la acuarela, pero tiene una "carga" de talco industrial o blanco de zinc. Este añadido adicional al pigmento le aporta a la témpera el carácter opaco y no translúcido que lo diferencia de la acuarela, permitiéndole aplicar tonalidades claras sobre una oscura, procedimiento que en la acuarela "clásica" se considera incorrecto; a ese efecto en la acuarela se le denomina "acuarela opaca" o "muerta". La fórmula de la témpera también incorpora goma arábiga, miel y a veces hiel de buey para aportar más fluidez al recorrido del pincel.

La pintura acrílica es una clase de pintura de secado rápido, en la que los pigmentos están contenidos en una emulsión de un polímero acrílico (cola vinílica, generalmente). Aunque son solubles en agua, una vez secas son resistentes a la misma. Destaca especialmente por la rapidez del secado. La pintura acrílica data de la primera mitad del siglo XX, y fue desarrollada paralelamente en Alemania y Estados Unidos.

Pasteles, la técnica de pintura al pastel consiste en la utilización de unas barras de colores similares a las tizas escolares pero que se diferencian de éstas en que, en su composición, llevan una alta proporción de pigmento que se aglutinan con cola y en ocasiones yeso. De esta manera se consiguen colores luminosos, intensos y bien saturados. Es una técnica de las llamadas secas, ya que a diferencia de la pintura al óleo o la acuarela, no se utiliza ningún disolvente y se aplica directamente sobre la superficie de trabajo. Como soporte es común utilizar papel de buena calidad de buen gramaje de color neutro no blanco y de ligera rugosidad, aunque la técnica es lo suficientemente versátil para que se pueda usar sobre otras superficies.

La pintura al óleo es la técnica pictórica por excelencia, su pastosidad, su carácter versátil de poder ser empleado en veladuras o en empastes le dan una libertad admirable, ya que su secado es gradual se pueden hacer esfumados y mezclas cromáticas sobre el mismo lienzo o soporte. En arte se conoce como óleo a los aceites que se usan para combinar con otras sustancias y obtener así un producto idóneo para la pintura y como extensión, se fueron llamando óleos a la misma pintura en sí. El uso del óleo se conoce desde la modernidad y estaba ya extendido entre los artistas de la Edad Media sobre todo combinándolo con la pintura al temple o al fresco. Con esta mezcla retocaban las obras realizadas en yeso y conseguían así un secado más rápido. Con el avance y las investigaciones de la alquimia se fueron inventando mezclas favorables para los resultados de la pintura. El aceite que más se empleaba era el de linaza que solía mezclarse con los pigmentos de minerales que son los que proporcionan el colorido, pero no era el único y cada artista en su taller tenía su propia fórmula que guardaba muy en secreto. Las bases sobre las que se aplica el óleo son diversas, sin que por ello varíe su aspecto. Lo que si varía es la técnica de preparación de estas bases pues es muy distinto pintar sobre lienzo, tabla, fresco o cobre. A partir del siglo XVII con el arte barroco los pintores eligieron como soporte favorito de sus pinturas al óleo sobre lienzo, siendo este más práctico para la elaboración de grandes composiciones, que la tabla. De tal forma tomó importancia el material empleado por los artistas que se empezó a emplear la palabra lienzo u óleo en lugar de cuadro para designar las obras pictóricas. Los primeros grandes artistas de pintura al óleo fueron los flamencos, la tradición sostiene que fueron los hermanos Van Eyck los que explotaron las innumerables posibilidades de esta técnica, poco utilizada hasta entonces.


Escultura: se llama escultura al arte de moldear el barro, tallar en piedra, madera u otros materiales. Es una técnica de las Bellas Artes en la cual el escultor se expresa creando volúmenes y conformando espacios. En la escultura se incluyen todas las artes de talla y cincel, junto con las de fundición y moldeado.

Tallado es la técnica que se utiliza sobre materiales duros: piedra y madera principalmente. A veces se aplica sobre otros materiales como el marfil o hueso. El tallado consiste en obtener la forma a base de golpes en un cincel con un martillo y posteriormente se pule para dar un acabado fino.
Modelado es la técnica que se emplea con materiales blandos (cera, barro y arcilla) a los que se da forma con las manos e instrumentos sencillos. Posteriormente se pasa la forma a secado en horno o al sol para que tome dureza.

Fundido es la técnica que consiste en obtener una figura a partir de un molde que se ha rellenado de metal fundido. El fundido también llamado vaciado es una técnica para reproducir modelos mediante moldes. Muchos materiales, como metales y argamasa, se han utilizado para vaciados, y el bronce ha sido el más popular de todos a lo largo de los siglos.


 


El Grabado: es el resultado de una técnica de impresión que consiste en transferir una imagen dibujada con instrumentos punzantes, cortantes o mediante procesos químicos en una superficie rígida llamada "matriz" con la finalidad de alojar tinta en las incisiones, que después se transfiere por presión a otra superficie como papel o tela. La matriz suele ser de metal, empleándose generalmente planchas de cobre, pero también se usan otros materiales como madera, piedra o incluso placas acrílicas, y en ella se realiza el dibujo por medio de líneas generalmente, excavadas en la superficie de la plancha. Existen varias técnicas para grabar y se dividen de acuerdo a la matriz.

Litografía: técnica de grabado en la cual se emplea el linóleo como matriz. Para obtener la imagen hemos de incidir sobre éste con una gubia de manera que las partes talladas quedarán en blanco y las sin tallar serán las que reciban la aplicación de la tinta. Por tanto el procedimiento de trabajo será en negativo, al igual que en la técnica xilográfica.

Xilografía: es la técnica de obtención de múltiples copias de la misma imagen, en la que se emplea como matriz una superficie de madera. Sobre la matriz de madera, se construye la imagen tallándola mediante "gubias", con las que se rebaja la superficie de la matriz, obteniéndose huecos que corresponden al color blanco o a la ausencia de color. Cuando se ha terminado de tallar la imagen, se entinta la matriz con un rodillo, que deposita la tinta en toda la superficie de la matriz, salvo en los huecos tallados con las gubias (los blancos). La imagen se pasa al papel utilizando una prensa vertical.

Punta Seca: es el proceso según el cual se realiza la imagen sobre la matriz con el empleo exclusivamente de un punzón fino y afilado, que se emplea arañando la plancha con mayor o menor presión en función de la intensidad de línea que se desea. Este punzón recibe el nombre de "punta seca", y cuando se presiona con él la plancha de metal, ésta responde separándose y levantando un milimétrico reborde a ambos lados de la incisión, donde se alojará la tinta y que reciben el nombre de "rebaba". Esta rebaba hace no sea posible limpiar la plancha ajustándose a la línea grabada, y dejando en las estampas un velo que caracteriza a esta técnica. Las planchas grabadas mediante esta técnica deben ser cuidadosamente entintadas y limpiadas a la hora de estamparlas, debido a la fragilidad de la rebaba.

Aguafuerte: es el proceso según el cual la matriz se protege en su totalidad con un barniz compuesto de Betún de Judea y cera de abeja que se puede aplicar en estado líquido o solido, y que se deja secar. Cuando está seco, se levanta con un punzón u otro utensilio capaz de retirar el barniz, siguiendo el dibujo que se quiera realizar, y dejando la superficie de la plancha al aire. Una vez levantado el barniz con la forma del dibujo, se introduce la plancha de metal en una solución de agua y ácido, que actuará corroyendo la plancha en las zonas donde se ha retirado el barniz y haciendo un agujero en la superficie de la plancha, que será más profundo cuanto mayor sea el tiempo que actué el ácido, y la concentración de la solución empleada sea mayor.

Litografía: técnica empleada para conseguir la reproducción de una imagen, en la que la matriz es una piedra caliza. En esta técnica no se graba la piedra, sino que se emplea la característica que tiene cierta variedad de caliza para reaccionar químicamente ante la presencia de las grasas. La imagen se realiza sobre la piedra dibujando con un lápiz graso que recibe el nombre de "lápiz litográfico". Una vez realizado el dibujo se procesa la piedra con una solución de ácido y goma arábiga, consiguiendo que el dibujo quede fijado a la piedra y estable.

Cuadro resumen de técnicas.

Dibujo
Pintura
Escultura
Grabado
Lápiz
Carboncillo
Sanguina
Grafito
Tinta China
Aguada
Óleo
Pastel
Tempera
Acuarela

Acrílico
Modelado: Arcilla
Tallado: Madera, Piedra
Fundido: Bronce
Metal: Agua fuerte, Punta Seca
Madera: Xilografía
Piedra: Litografía

3. La forma visible
Las formas en el arte determinan los estilos y de esta manera podemos entender el arte desde la forma, a esto se le conoce como “La teoría de la pura visibilidad y los modelos formalistas”, esta teoría arranca del supuesto de que las formas a través de las cuales el mundo real se ofrece a nuestros sentidos, están suficientemente cargadas de sensaciones placenteras como para prestarse a la contemplación total, sin que sea necesario hacer referencia al objeto natural que es portador de ellas.

Según Heinrich Wölfflin, en el arte hay una evolución interna de la forma, basadas en lo pictórico y lo plástico. Lo pictórico tiene que ver con la composición (las formas), la luz y la sombra (el color), la fluidez de las formas (el movimiento). Lo pictórico esta presente tanto en la arquitectura cuando se evocan figuras de la misma manera que en la pintura. Lo plástico se refiere más a los estilos y la manera como se usa la forma que va de lo lineal a lo pictórico y de lo superficial a lo profundo como sucede en el renacimiento por ejemplo.

4. El concepto, la Intención o “voluntad  artística”
Alois Riegl, historiador vienes acuño el término Kunstwollen o “voluntad artística”, donde plantea que: la posición del hombre frente al mundo determina diferentes posibilidades de expresión estilística. Esa posición esta influenciada por las creencias, las costumbres, las tradiciones los momentos históricos, es en general un momento del “Estado Vital” de la humanidad y esto define diferentes estilos en el arte.
La religión determina la posición desde la que el hombre contempla al mundo y a partir de esta se determinan diferentes estilos artísticos, como sucederá en la edad media en el arte primitivo cristiano y la tendencia iconoclasta.

También entendemos el arte desde el concepto ayudados por teorías como la Iconología, la Semiológia, y el Psicoanálisis de donde tomamos argumentos para la interpretación de la obra de arte.

5. La interpretación del espectador:
La obra de arte es el puente entre el artista y el espectador y de acuerdo a las experiencias vividas por cada uno, a la formación, la educación y el entorno social el espectador interpreta la obra de arte, hoy en día esta interpretación esta mediada por el curador y/o el crítico de arte.

El Curador es un estudioso del arte que trabaja para un museo o instituto y desarrolla exhibiciones y programas, además tiene a su cuidado una colección. Hoy en día también se impone la figura del curador independiente, que organiza exposiciones de arte para diferentes instituciones.

El Crítico de Arte, es quien estudia y observa el desarrollo del arte, dando apreciaciones y juicios sobre las obras de arte, el arte y los artistas. Generalmente esta vinculado a un medio de comunicación.


[1] Mir, Pedro. Fundamentos de Teoría y Crítica de Arte. Editorial UASD, Santo Domingo, 1979.





Introducción a la Historia del Arte
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30/7/13

Tema 3 - El arte en los tiempos prehistóricos - Paleolítico y Neolítico


Las obras maestras de los primeros tiempos de la Humanidad
El Arte Rupestre es aquel que se realiza sobre las paredes de las cuevas, ya sea pintura o grabado. No apareció hasta hace más o menos 23.000 años y por lo tanto, siempre ha estado asociado al Homo Sapiens.
La prehistoria es la etapa más larga de la historia de la humanidad. Cerca de millón y medio de años le costó al hombre llevar a cabo el proceso evolutivo anatómico que le otorgó su aspecto actual. Hace un millón de años empezaron a fabricarse en la zona oriental del continente africano, y poco después en Eurasia, los primeros útiles de piedra. Los autores de estas industrias fueron el Homo habilis, el Homo erectus y los presapiens, que se habían desarrollado en África Oriental, Asia y Europa. Las primeras manifestaciones artísticas fueron realizadas, no obstante, muchísimos milenios más tarde, ya que el origen del arte se remonta a unos 30.000 años a.C. Sin embargo, no habría sido posible ni la fabricación de útiles ni la creación artística, si el proceso evolutivo del hombre no hubiese comportado la liberación de las manos.
Este fue, en efecto, uno de los hechos más sobresalientes del proceso de hominización, ya que con la adopción de la posición erecta las manos adquirieron otro tipo de prioridades aparte de las prensiles. El hombre podía pues fabricar objetos y, también, pintar, grabar y realizar toscas, pero significativas, esculturas. Puede, pues, decirse que la evolución del hombre se materializó, tanto en la transformación de sus útiles como en las manifestaciones artísticas. Por eso, progresivamente, y a medida que la inteligencia se fue desarrollando, las manos fueron logrando también mayor precisión en la ejecución de los actos. Tuvo así lugar, poco a poco, una evolución tecnológica, de modo que los útiles fabricados fueron cada vez más complejos, adecuándose con mayor precisión a las finalidades a las que estaban destinados.

Arte rupestre en las cuevas de Altamira y Lascaux.
El primer arte monumental apareció en la cueva de Lascaux, en Montignac (Dordoña, Francia). Este conjunto pictórico comprende ciervos, bisontes, caballos, felinos, etcétera. También son muy importantes las pinturas de la cueva de Altamira, en Cantabria (España). Estas obras artísticas se encuentran entre el sur de Francia y el norte de España, en la región denominada franco-cantábrica. Una de las hipótesis que se maneja es que el clima en esta zona era diferente, mucho más benigno y con mayor riqueza de alimentos, que no obligaba al nomadismo constante de los pueblos.

"Mientras que el arte mobiliar está asociado claramente a los cazadores nómadas de grandes animales de la extensa zona de tundra situada al sur del límite del hielo, el arte rupestre se concentra en una zona que ofrecía unas formas mucho más variadas de subsistencia y, por tanto, fomentaba una forma de vida más sedentaria. Es en el contexto de estos importantes cambios sociales donde debemos comprender el desarrollo del mundo ceremonial reflejado en las extraordinarias obras de arte creadas en la oscuridad de las cuevas".
Göran Burenhult

La mayoría de los expertos opinan que el arte prehistórico es una expresión cargada de religiosidad y simbolismo, que no nace por puro goce estético o creativo, sino como consecuencia de determinadas prácticas rituales. El arte sería así un recurso para intervenir en el medio en el que vivían, un vehículo para escapar de la propia impotencia ante un mundo complejo y peligroso.

El Paleolítico: naturalismo y magia
Entre fines del último período interglaciar (hace aproximadamente unos 120.000 años) y los inicios de la glaciación Würm (hace unos 85.000 años) el clima en Europa pasó a ser menos riguroso. En el área occidental de Eurasia tuvo lugar un gran incremento de la población humana, representada por el Homo sapiens neanderthalensis. Empezó a desarrollarse la vida doméstica y se aplicaron nuevas tecnologías para la fabricación de útiles líticos. Se manifestaron, así mismo, las primeras creencias religiosas. La caza fue el principal medio de subsistencia del hombre, hecho que ha sido corroborado por la infinidad de restos óseos de fauna que se han hallado en el curso de las excavaciones paleolíticas. Además, en este período tuvo lugar una especialización de la caza, tanto en lo que se refiere a las técnicas como a las especies animales capturadas.

Los ritos funerarios aparecieron durante el Paleolítico medio. El hombre de Neanderthal fue el primero que enterró a sus muertos en auténticas sepulturas, aunque éstas eran todavía extremadamente sencillas y carecían de ajuar funerario. Las sepulturas se realizaban, con preferencia, en fosas y los individuos se enterraban en posición fetal, posiblemente para garantizar el retorno al seno de la madre Tierra.

El arte nació hace unos 30.000 años, en la fase final del Paleolítico. Su autor fue el hombre de Cro-Magnon, un individuo parecido al hombre actual, que enterraba a sus muertos junto a ofrendas rituales. Es obvio que creía en la vida después de la muerte. El desarrollo de la producción artística forma parte, por lo tanto, del conjunto de las manifestaciones espirituales y metafísicas, como por ejemplo el ya mencionado culto a los muertos, que distingue, sin lugar a dudas, al hombre de los animales. Pero, ¿por qué el hombre empezó en el Paleolítico a producir lo que nosotros en la actualidad denominamos arte?

Una de las primeras manifestaciones artísticas del hombre, tanto en el continente europeo como en el americano, fueron las representaciones de manos en las paredes de las cuevas. Se trata de simples contornos o improntas («manos pintadas»), pero que, probablemente, pusieron de manifiesto por primera vez el concepto de la forma y aportaron la idea de que una cosa ficticia puede ser igual a una real.

La finalidad mágica del arte
En el Paleolítico la sociedad se componía de cazadores que vivían aisladamente y con una débil cohesión social. Practicaban, además, una economía de subsistencia, es decir, no producían el alimento que consumían. La existencia giraba, por lo tanto, en torno a la obtención de alimentos. Este hecho hace suponer que el arte debía tener también una función esencialmente práctica.

Las representaciones pintadas de animales en las cuevas aparecen en lugares difícilmente accesibles y escondidas en el interior de dichas cavidades. Se debe, pues, excluir la posibilidad de que estas manifestaciones artísticas tuviesen una finalidad puramente decorativa. Estas pinturas constituyen auténticas escenas de caza de carácter naturalístico y tenían la finalidad mágica -por el hecho de que se había representado al animal- de facilitar la captura de la presa. Es decir, en la realidad, el animal vivo habría al mismo tiempo sufrido por efecto de la «magia simpática» la misma herida que el animal pintado. La representación del animal coincide con el objeto (en este caso el animal real); poseer la representación pictórica significaba, pues, poseer también el animal en la realidad.
Así mismo, la frecuente reproducción de las figuras femeninas sensuales y de aspecto maternal, con enormes senos y vientres, como la conocida Venus de Willendorf- expresan un deseo profundo y obsesivo tanto de fertilidad como de protección hacia la madre.
El naturalismo de las formas paleolíticas no está vinculado, pues, a un principio decorativo, sino a la imitación de la realidad con una finalidad mágica. De este modo, la idea de que el arte es la continuidad de la realidad no desaparecerá nunca totalmente.

Características de la Pintura Rupestre

·         Uso de las formas naturales de las rocas y las paredes de las cuevas como partes integrantes de la obra en sí.

·         En la pintura se utilizaban colorantes naturales de tonos amarillos, rojos, ocres y negros, con todas sus gamas y tonos.

·         En el Neolítico se añadió el blanco. Los colorantes procedían de óxidos de hierro y manganeso, de tierras y carbones vegetales. Diluidos en sangre, resinas de árboles, grasas animales y jugos vegetales. 

·         Se aplicaban con pinceles (pelos de animal), espátulas de hueso, pedazos de cuero o con los dedos de las manos y, como paleta se utilizaban conchas marinas.

·         Se puede hablar de tres temas principales: animales, signos y representaciones humanas. En el Neolítico, la figura humana cobra mayor importancia. Pero, en realidad, las primeras representaciones encontradas corresponden a los órganos genitales femeninos.

·         Los animales más representados eran los mamíferos: caballos, bisontes, ciervos, mamut, renos, osos, felinos, rinocerontes, aves, y peces.

·         Las interpretaciones que se han realizado del arte rupestre varían, pero básicamente, en la actualidad todas coinciden en que poseía un sentido mágico-religioso: es decir, representar al animal hacía que los poderes sobrenaturales aseguraran el éxito de la caza.

El arte mueble (también llamado arte miniatura o arte portátil) consiste en figuras y objetos decorativos tallados en hueso, cuernos de animal o piedra o modelados toscamente en arcilla. Son formas de representación susceptibles de ser transportadas de un lugar a otro y que fueron realizados con una clara finalidad práctica, como la caza, ornamento o bien tenían una finalidad religiosa. Objetos grabados, esculturas y relieves realizados en piedra o en hueso, como propulsores de lanzas, cuentas para collares, bastones perforados e instrumentos de todo tipo eran adornados y se les denomina "arte mueble".

Particular interés ofrecen unas figuras femeninas de tamaño pequeño, talladas en piedra y denominadas genéricamente Venus. Estas estatuillas tienen una clara tendencia a la esquematización y un especial interés por resaltar los atributos sexuales. De entre las más de cincuenta figuras descubiertas destacan la Venus de Willendorf y la Venus de Savignano. 

Características del Arte Mueble

·         El material de soporte del arte mueble era sobre todo piedra y hueso, aunque, probablemente se utilizaba también la madera y el cuero, pero son materiales perecederos y no hay restos.

·         La temática es muy similar entre el arte mueble y el arte rupestre, diferenciándose dos tipos: las realistas, referidas a la fauna de la época, y las abstractas, que consisten desde esquematizaciones, símbolos y signos.

·         Como la obra depende del soporte, en muchas ocasiones el animal aparece como doblado, ajustándose a la forma del material.

·         Los artistas intentaban aplicar a estos grabados determinados efectos para dar mayor realismo a sus obras. Uno de ellos era el relleno y sombreado a partir de series de trazos cortos y oblicuos.


El Neolítico

Edad Moderna de la Piedra, por contraposición a Paleolítico o Edad Antigua de la Piedra, es uno de los periodos en que se considera dividida la Prehistoria. Hoy día se define el neolítico precisamente en razón del conocimiento y uso de la agricultura y de la ganadería y el descubrimiento de capital importancia para la vida del hombre, y que tuvo un desarrollo muy rápido, como es la alfarería. Permitió la construcción de recipientes para líquidos y facilitó enormemente la vida del hombre, que ya no necesitaba estar permanentemente en las cercanías del agua, o realizar a menudo largos recorridos para abastecerse, pues almacenaba el agua, y también granos, semillas, productos molidos, etcétera, en los recipientes de alfarería. Solo necesitaba desplazarse periódicamente para renovar el abastecimiento de la cantidad consumida desde el suministro anterior.

Durante el Neolítico tuvieron lugar radicales transformaciones en la actividad humana. El hombre vivía en cabañas y en palafitos en los lagos. La comunidad, por su parte, se organizaba en poblados. Se continuaba trabajando la piedra y el hueso, pero se producía también cerámica. Los instrumentos realizados en piedra eran más elaborados. Esta evolución tecnológica dio nombre al período, pues la palabra «neolítico» significa, precisamente, «piedra nueva». Así, con el paso gradual de una economía paleolítica de subsistencia, basada en la recolección y la caza, a una economía neolítica de producción, basada en la agricultura y la ganadería, el hombre dejó de ser nómada y se convirtió en sedentario, organizándose en comunidades estructuradas. Durante la transición del Paleolítico al Neolítico tuvo también lugar el primer cambio estilístico de la Historia del Arte. Se pasó, en efecto, del naturalismo paleolítico a la abstracción neolítica. Ya no se reproducía la realidad, sino que se creaban signos y símbolos. Una creación típica de esta cultura fueron los menhires, que se creía servían para albergar el espíritu de las divinidades, de los héroes y de los difuntos. No fue por azar que estas piedras se hincaron en el suelo, con gran esfuerzo, en la misma posición vertical que distingue al hombre de los animales. Las representaciones de la figura humana de este período presenta los principales rasgos como si fuesen abreviaturas y la figura humana queda reducida a una abstracción geométrica. El hombre se caracteriza casi exclusivamente por la presencia de las armas y la mujer por presentar dos formas circulares en el lugar de los senos. Es el inicio de la diferenciación tipológica.

Manifestaciones artísticas de una sociedad agrícola
El geometrismo abstracto del arte neolítico se ha relacionado con las concepciones animistas propias de la sociedad agrícola. El agricultor y el pastor son conscientes de que su suerte depende de las inundaciones periódicas, las epidemias, las cosechas, hechos que no se pueden controlar directamente. La vida está guiada por fuerzas inteligentes, espíritus y demonios, benefactores y malignos. Se practica el animismo y el culto a los muertos. Al mismo tiempo aparecen los ídolos, los objetos funerarios y las tumbas monumentales. Se empieza a diferenciar el arte sacro del arte profano: el primero, hierático y figurativo; el segundo, mundano y decorativo. Si bien el Paleolítico no tiene ya ninguna relación directa con el hombre actual, el Neolítico forma parte todavía de nuestra historia. En el Neolítico se desarrolla la vida urbana y se organiza la colectividad. Las principales comunidades neolíticas surgen a orillas de los grandes ríos como el Éufrates, el Tigris, el Nilo, el Indo y también el Hoang-Ho. Se desarrollan, así, las grandes civilizaciones: la mesopotámica, la egipcia, la india y la china.

En el arte se generaliza el formalismo geométrico-ornamental. Si se exceptúa el arte de Creta y Micenas, este estilo es el que predomina durante la Edad del Bronce y la Edad del Hierro; también el que se desarrolla en el Próximo Oriente y en la Grecia arcaica. Cronológicamente abarca del 5000 al 500 a.C. Incluso la artesanía rural moderna presenta, todavía, ciertos rasgos formales próximos al estilo geométrico del Neolítico.
Por último, del análisis de la producción artística paleolítica y neolítica se deduce que el naturalismo está vinculado a formas de vida anárquicas e individuales, que presentan una cierta carencia de tradiciones y, por consiguiente, de convenciones fijas. Por el contrario, el geometrismo muestra una tendencia a la organización unitaria y presenta una visión del mundo orientada hacia el más allá.

Stonehenge

Construcciones megalíticas
Los Megalitos son construcciones gigantes en piedra y están formados por dos menhires (piedras gigantes hincadas en el suelo) y un travesaño lo que constituye un Dolmen. Se construyeron principalmente como sitios para la realización de rituales, hoy en día no tenemos datos claros de cómo fueron hechas pero son testimonios de culturas ancestrales. Las primeras construcciones megalíticas, que conocemos son los alineamientos de roca, como los encontrados en Avebury (Inglaterra) y Carnac (Francia). Algunos lugares donde se han construido dólmenes son: Stonehenge (Inglaterra), la estepa rusa, en Huesca (España), también hay evidencias de formas en piedra como los “verracos” o toros en Ávila, España. Las construcciones megalíticas, son testimonio de culto a los muertos y también, se usaban como observatorios astronómicos.

Las construcciones megalíticas son los primeros restos arquitectónicos del pasado que se conservan en Occidente. Se distribuyen por toda Europa, desde mediados del V milenio a.C. para desarrollarse ampliamente en el III milenio a.C., época de transición hacia la Edad del Bronce. Se trata de construcciones monumentales que, en su forma más elemental (menhir), consisten en piedras de gran tamaño clavadas en la tierra. Con la cultura neolítica surge una nueva espiritualidad que modifica la visión que el hombre tiene de su propio universo. Las creencias del hombre agricultor tienen que ver con los elementos naturales: lluvia, sol, viento, tierra, de los que depende para garantizar su subsistencia.

Estas nuevas convicciones se materializan en la construcción de megalitos, un modo de expresar las primeras manifestaciones religiosas y plasmar la idea del renacimiento eterno. Los menhires actúan como mediadores entre el hombre y las fuerzas poderosas del cosmos. Son elementos simbólicos permanentes, que el hombre erige con una voluntad expresa de eternidad. La mayoría de menhires aislados que se conservan tienen una altura considerable que oscila entre tres y seis metros. También hay conjuntos de menhires alineados paralelamente como el conjunto de Carnac, en Francia, lo que denota un plan general bien diseñado. Quizás estos menhires conducían hacia un lugar de culto.

Uno de los primeros santuarios en suelo europeo es la construcción megalítica de la localidad de Stonehenge (Reino Unido), del II milenio a.C. Se trata de un conjunto colosal de perímetro circular con estructuras adinteladas que dibujan una planta de herradura con un altar en el centro. La orientación de este conjunto coincide con el punto de salida del Sol en el solsticio de verano, que inunda con sus rayos el altar. La relación simbólica con el astro podría hacer referencia a la idea de renacimiento, gracias al calor del Sol, astro que genera vida. Las estructuras pétreas están organizadas con una distribución ordenada, siguiendo normas de regularidad y simetría. En este momento aparecen nuevas creencias en relación con la muerte y se organizan rituales funerarios que requieren la construcción de verdaderas tumbas llamadas dólmenes. Se trata en realidad de sepulturas colectivas, compuestas por dos monolitos pétreos verticales, que sustentan una losa horizontal, y cubiertos de tierra.



29/7/13

Tema 4 - Egipto un arte en piedra para los muertos



Egipto, situado en el nordeste de África, es una tierra sin apenas lluvias, que sería un gran desierto si no estuviese atravesada por el río Nilo, un gran eje que recorre el país de sur a norte, y cuyo cieno y agua son fuente de vida. De ahí que el historiador griego Herodoto afirmase que «Egipto es un regalo del Nilo». En este valle tuvo lugar en la Antigüedad una floreciente civilización, la egipcia, en la que se llevó a cabo un complejo y original universo artístico, cuyas manifestaciones más espectaculares son, sin duda, las colosales pirámides.

Los orígenes de esta civilización, que se desarrolló a lo largo de unos tres milenios, se remontan a fines del IV milenio a.C. La historia del antiguo Egipto se divide en diversos períodos: Imperio Antiguo, Medio y Nuevo, durante los cuales se sucedieron treinta y una dinastías, según la lista de faraones de Manetón, un sacerdote egipcio del siglo III a.C.  El Nilo posee un gran caudal gracias a las intensas lluvias tropicales que riegan sus fuentes, en el sur, durante los meses de verano. En el resto del país las lluvias son escasas y no posibilitan las cosechas. Durante el estío se produce una crecida sorprendente de las aguas, que sobrepasa el lecho del río inundando las márgenes. Desde septiembre las aguas empiezan a decrecer de forma paulatina hasta el mes de abril. Al retirarse las orillas del río quedan cubiertas de un limo fértil que propicia los cultivos. La crecida y posterior inundación del Nilo -que se repite sin fin desde la Antigüedad- se convierten, así, en el acontecimiento más importante y esperado del año. De esta forma, las tareas agrícolas de siembra y recolección se ajustan a los ciclos del río, forjándose la idea de una zona de tierra «negra» fértil, la de los depósitos del río, y otra zona de tierra «roja» estéril, la del desierto. Este ciclo regular del río fue la referencia más importante de la cultura egipcia, que muy pronto se identificó a la epopeya mítica de Osiris. Cada año la crecida del Nilo fertilizaba la tierra y cada año se retiraba dejando sus campos vacíos, un ciclo que se repetía con una frecuencia y puntualidad asombrosa en el que la tierra nacía y moría, de la misma manera que Osiris, dios de la fertilidad, se enfrentaba con Seth, dios del desierto, para morir en sus manos y volver a nacer indefinidamente.

La medida del tiempo era indispensable en una sociedad agrícola que debía prevenir las cosechas. Así fue como se consolidó una autoridad capaz de prever exactamente la crecida del río, para aprovechar mejor sus aguas, y se organizó el primer calendario, que fijaba en trescientos sesenta y cinco días la periodicidad de la crecida. La cultura egipcia hizo del Nilo su referencia básica. El río era la fuente de vida que no tenía principio ni fin, el eje que separaba el mundo de los vivos, situado al este, del mundo de los muertos, al oeste. El Nilo era además el medio navegable que facilitó la comunicación entre zonas alejadas, propiciando una organización unificada.

El poder y la organización social en el antiguo Egipto
La vida del rey (faraón) estaba regida por un ceremonial fastuoso. Era la encarnación suprema del dios. La idea cosmogónica de la creación, mediante la intervención de un espíritu que ordenaba la materia, fue transferida al faraón, quien personificaba el orden del cosmos frente al caos. El mantenimiento del ciclo vital, entendido como una sucesión temporal repetida hasta el infinito, quedaba garantizado por el rey. Con cada nuevo reinado empezaba el «año uno», un nuevo período que restauraba tres acontecimientos fundamentales: el restablecimiento del orden, el triunfo de Horus sobre el enemigo y la unificación de los dos Egiptos. La sociedad estaba organizada de forma jerárquica y compuesta por diversos grupos. La nobleza, altos funcionarios de la administración y sumos sacerdotes percibían rentas en especies y gozaban de los favores de una vida cortesana. Además, eran los dueños de las tierras. Constituían la oligarquía gobernante y podían garantizarse una resurrección, gracias a la construcción de lujosos sepulcros. Ocupaban un rango inferior los funcionarios subalternos, los técnicos, los escribas, los sacerdotes, los superintendentes, los obreros especializados y los artesanos. El nivel social más bajo estaba compuesto por los campesinos. Existían, por último, diferentes formas de servidumbre, que limitaban la libertad individual. Una práctica normal, realizada bajo contrato, era la servidumbre de una familia completa comprada para el servicio de una casa noble.

La religión en el antiguo Egipto
La religión egipcia se basaba en la observancia de unos ritos de culto a los dioses y en la fe absoluta sobre la eficacia de los mismos. La doctrina importaba menos y ni siquiera estaba compendiada en un dogma sagrado. Lo definitivo era la liturgia en torno al panteón, cuyos dioses eran los propietarios absolutos de la tierra de Egipto. También tenía un carácter práctico-mágico que satisfacía la necesidad de emplear los poderes superiores al hombre en beneficio de unos fines temporales concretos. A lo largo de la historia de Egipto, la elaboración del pensamiento teológico y mitológico adquirió una gran complejidad, ya que unas ideas se sobreponían a otras, sin que una nueva argumentación invalidase las precedentes.
Los sacerdotes eran quienes organizaban la práctica de los ritos, los oficiantes del culto

Los dioses egipcios
Los dioses surgen de un espíritu ordenador que les da la vida y esta idea se aplica a todas las manifestaciones de la naturaleza. Este dios a quien se atribuye la fuente de toda vida es Ra, el Sol, quien controla el ciclo del río Nilo. Osiris es el dios que asume el ciclo vital de nacimiento, muerte y resurrección. Siendo en un principio el dios de la vegetación, fue asesinado por su hermano Seth, personificación del desierto, quien, envidioso de su prosperidad, lo despedazó. Pero Isis, esposa y hermana de Osiris, tras una larga búsqueda y la realización de prácticas mágicas, reconstruyó el cuerpo y le devolvió la vida. Una vez resucitado, Osiris fecundó a Isis, sin intervención carnal, dándole un hijo: Horus, el dios con cabeza de halcón. Este luchó contra su tío Seth, venciéndole y restituyendo el poder sobre todo Egipto. Con la adopción de este mito, los reyes se consideraron hermanos de Horus, descendientes directos del dios y con poder vitalicio sobre Egipto. Osiris se convirtió en el dios de los muertos, ya que representaba el Sol poniente y su reino se situaba en el oeste del Nilo. Durante la noche moría para volver a nacer. Horus era el Sol naciente. El culto a Osiris se difundió desde los inicios del período histórico y más tarde alcanzó una gran aceptación popular. Osiris fue el dios más próximo y accesible a los hombres sin rango divino. Éstos podían disfrutar de un más allá similar al del rey a través de la figura de Osiris.

La muerte en el Egipto antiguo estaba considerada como un pasaje hacia una segunda vida y esto le daba un sentido positivo. Tras ella, el espíritu entraba en el mundo cósmico, un más allá eterno e inmutable. El ser humano estaba compuesto por un soporte material, el cuerpo, al que están ligados elementos inmateriales: el ba, que corresponde al alma o a la personalidad, y el ka, o doble de la persona, idéntico a su cuerpo pero sin forma material. Para representar a un dios o a un faraón con su ka, se reproducían dos figuras idénticas cogidas de la mano.
El espíritu tomaba la forma del cuerpo difunto y convivía con él hasta volver a integrarse en el universo una vez el cuerpo había desaparecido. Con una imagen o doble del difunto y a través de la celebración de un ritual, el ka pasaba a la imagen.
La muerte significaba la separación de estos elementos y, si el ser humano quería comenzar su segunda vida, era imprescindible que el cuerpo se reuniera con los elementos espirituales que le habían animado, el ba y el ka. Había, por tanto, que preservarlo a la hora de su muerte; de ahí la importancia de los ritos funerarios y de los lugares de enterramiento como moradas imperecederas. Los rituales de momificación e inhumación eran más importantes, incluso, que la propia existencia, dado que el otro mundo se imaginaba como un lugar de renovación de la vida terrenal, adquiriendo así una importancia primordial.  Para garantizar la continuidad en la otra vida se debían construir tumbas seguras en las que habitaría el espíritu de los difuntos, a quienes había que asegurar el mismo bienestar que habían disfrutado en la vida terrenal. Para ello se depositaba un rico ajuar y se realizaban ofrendas de alimentos, de las que se ocupaban los vivos. Los alimentos eran indispensables, pues si faltaban el alma tenía que vagar en su búsqueda.

El arte antiguo egipcio se divide en diferentes periodos que determinan la historia del arte de una de las civilizaciones más importantes de la humanidad.

El periodo prehistórico o Periodo Predinastico (4.500 -  3.100 AC)
Alrededor del año 3000 a.C. se produjo en el antiguo Egipto el paso de la prehistoria a la historia, con el desarrollo de una serie de importantes cambios, tales como el nacimiento de la escritura, la mejora del sistema de riego, que comportó cosechas más abundantes, y la unificación política del país, con la fusión del Alto y Bajo Egipto. Generalmente se identifica a Narmer con el legendario Menes, que según la tradición se convirtió en el primer faraón de Egipto. El rey Menes, procedente del sur, estableció la capital en una ciudad de esta zona, en Tinis, por lo que las dos primeras dinastías se denominan tinitas. El periodo dinástico temprano fue un tiempo de experimentación que determino la evolución de las convenciones artísticas y religiosas de Egipto, el desarrollo de una incipiente escritura jeroglífica, y primeras construcciones, Mastabas, que era una tumba cuadrangular cuyos muros exteriores están inclinados en talud tomando la forma de una pirámide truncada. Bajo tierra se encuentra la cámara funeraria en la que se depositaba el cadáver momificado.
 
Periodo arcaico o Primeras Dinastías (3.100 – 2.650 AC)
Se conoce también este período como Naqada I, II, III

El Imperio Antiguo (2.650 – 2.150 AC)
El Imperio Antiguo es una fase importante en el desarrollo político y cultural de Egipto. Casi cinco siglos de progreso continuos, logran la fundación de una de las culturas más influyentes del mundo antiguo. Es durante este periodo crucial que la escritura jeroglífica alcanzó un nivel razonable de sofisticación y las técnicas artesanales lograron un nivel alto de profesionalismo. El sistema de escritura egipcio comprende tres tipos básicos de escritura: jeroglífica, hierática y demótica, esta última corresponde al periodo tardío del antiguo Egipto. Se caracteriza por el uso de signos, cuyo significado se conoce gracias al desciframiento de los textos contenidos en la Piedra Rosetta, que fue encontrada en el siglo XIX, sobre la que está grabado un decreto en tres tipos de escritura: jeroglífica, demótica y uncial griega.

Durante el Imperio Antiguo el Rey Djoser, construye la pirámide de Saqqara, es el primero y más famoso rey de la tercera dinastía.  Es en este periodo que se establecen los canones artísticos que duraran más de tres mil años. Los trabajos de Keops, Kefren, y Micerino, la creación de las tres pirámides en Giza representan la cresta de logros en el campo arquitectónico. Un gobierno centralizado fuerte, así como un majestad divina caracteriza este periodo, pero hacia el final del periodo, la autoridad central se desintegró y el país entró en un estado de declive rápido.

Primer Periodo Intermedio (2.150 – 2.030 AC)
El poder del imperio esta disminuido por la división, el país es regido por dos dinastías una al norte con sede en Heracopolis y Tebas en el Sur.

El Imperio Medio (2.030 -1.640 AC)
El re-establecimiento de una sola administración para el país entero se logró con Mentuhotep II. El Imperio Medio era un periodo de reavivamiento del carácter egipcio se establece la capital en Tebas. Posteriormente los reyes de la undécima dinastía pudieron ejercer el mando sobre la tierra y localizaron su capital en Ist-Tawy (cerca a la moderna El-Lisht) Los reyes de la duodécima dinastía promovieron el desarrollo económico y político, el comercio egipcio floreció, y un sistema elaborado de irrigación fue establecido de nuevo. 

Segundo Periodo Intermedio (1.640 – 1.550 AC)
Una vez más Egipto es regido en el norte y el sur por dinastías diferentes.

El Imperio Nuevo  (1.550 – 1.070 AC)
Es durante este periodo que Egipto alcanzó el cenit de su gloria. Las inmensas expansiones militares ambos en Asia y el Sudán fueron emprendidas por los gobernantes egipcios.  Tutmosis III estaban entre los pioneros en el campo militar. El grado de refinamiento de esta edad se manifiesta claramente en la herencia arquitectónica. Bajo el gobierno de la reina Hatshipsut, el reavivamiento artístico empezó. Los monarcas reinantes de este periodo mostraron un interés genuino por el arte y la arquitectura. El arte proliferó, enriquecido por influencias asiáticas, con hermosas manifestaciones de pintura mural. La actividad arquitectónica recibió un gran empuje como consta en el templo de Amón, en Karnak, y en el templo de Luxor. Akhenaton, el Faraón hereje, alcanzó la cresta de innovaciones con lo que se llamo el naturalismo de Akhenaton.  Ramsés II, fue un faraón imperial emblemático. Más que por sus conquistas territoriales, se le conoce por las abundantes construcciones colosales que legó a la posteridad, como el templo de Amón, en Karnak. Ramsés III, de la XX dinastía, es el último faraón relevante del Imperio Nuevo. El Mediterráneo Oriental se hallaba sometido a las incursiones de los aqueos que llegaron a Egipto por el norte, desde el mar. Aunque los rechazó, sin embargo, no pudo impedir la pérdida de la zona costera de Fenicia y Palestina. A partir de entonces empezó un período de anarquía y desunión, sucediéndose los faraones ramésidas e iniciándose una nueva etapa intermedia, que se prolongó durante cuatro siglos.

Tercer Periodo Intermedio (1.070 – 712 AC)
Las dinastías compiten de nuevo y pequeños estados o unidades políticas dividen al imperio en fragmentos.

Periodo Tardío Dinastía 25 a la 30 (712 – 332 AC)
Comienza el decaimiento final del imperio y es diezmado por las invasiones de pueblos extranjeros como los asirios.


LECTURA SUGERIDA

“La situación del artista y la organización del trabajo artístico en Egipto”. Hauser, Arnold. Historia social de la literatura y el arte I. Paginas 46 - 68.  Link al Libro Digital

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